Rio Cigüela

El río Gigüela, afluente del Guadiana, nace en los Altos de Cabrejas a 1.180 metros de altitud, no lejos del nacimiento del río Júcar, próximo a la divisoria de las vertientes Atlántica y Mediterránea, en la provincia de Cuenca.

El nombre de este río, de enrevesada escritura y pronunciación, ha pasado por una larga evolución. El primer nombre conocido fue el de Sego, tal vez origen de Segóbriga, antigua ciudad celtibérica a la que sus ruinas rodea el río, en la provincia de Cuenca; después, los árabes le llamaron Siguila; y en la demanda de territorios que los hospitalarios de San Juan de Jerusalén hacían a la Orden de Calatrava, resuelta por la Concordia de 1232, lo mencionan con el nombre de Xufela; En el año 1336, aparece escrito con el nombre de Xihuella, con motivo del nombramiento del alcaide de un castillo de incierta localización, aunque se cree estaba en el cerro Entrambasaguas próximo a Las Tablas de Daimiel; y con el nombre de Xigüela, está escrito en las Relaciones Topográficas de Felipe II de 1575, en la descripción del municipio de Villarrubia de los Ojos. Ya en 1.772 aparece escrito con el nombre actual, en el Índice Geográfico del Territorio de las Ordenes Militares, donde se informa que “El río Gigüela que nace en el Obispado de Cuenca muere en Guadiana”. Últimamente continúa la evolución del cambio de nombre de este río, y así vemos como en algunos mapas geográficos de nueva edición y en los medios de comunicación figura escrito Cigüela, con “C” (ahora bien, según la Enciclopedia Universal SOPENA, Cigüela, es una errata que se observa en algunos diccionarios por Gigüela, río de España).

En sus 225 kilómetros de recorrido, hasta unirse al Guadiana, recibe las aguas de varios afluentes, entre los que destacan el Jualón, el Torrejón, el Riánsares, el Amarguillo y el Záncara. Ya en el término municipal de Villarrubia de los Ojos -que lo recorre de Este a Oeste- sus aguas salobres se mezclaban con las aguas de los abundantes manantiales, que al parecer eran verdaderos aliviaderos del Sistema Acuífero 23, que afloraban en el terreno, en su ribera del lado izquierdo, a unos 500 metros de su perpendicular, inundando las márgenes de ambos lados en gran extensión de terreno, divagando sus aguas al Sur del casco urbano, dando comienzo estas zonas pantanosas a las conocidas Tablas de Daimiel.