Recientemente declarada de interés turístico regional., las imágenes se sacaban en procesión por las calles en Villarrubia de los Ojos desde comienzos del siglo XVII, se tiene constancia de este tipo de manifestaciones de religiosidad popular en el Archivo General de la Diócesis de Toledo. . Así, con el paso de los siglos, de la única y primera Cofradía existente desde 1614, la Hermandad de la Vera Cruz, fueron sumándose las otras dos que conforman el universo de Pasión de la Semana Santa de esta localidad manchega.
Desde este domingo de Ramos, se pone en marcha esta Fiesta de Interés Turístico Regional en Castilla-La Mancha con un amplio programa diseñado por la Junta de Hermandades de Pasión, en colaboración con el Ayuntamiento villarrubiero, que encara sus días principales tras el pregón.
3.000 cofrades, protagonistas de la Semana Santa Villarrubiera.
La Real Hermandad de la Soledad, de la Vera-Cruz y de San Cristóbal, conocida con el apelativo de Los Blancos por su atuendo inmaculado; la Hermandad de Jesús Nazareno y Santo Cristo en la Agonía, conocidos por Los Moraos, también por su color, y la Hermandad de Jesús en el Descendimiento y María Santísima de la Esperanza o Los Verdes, llamados así por el color de su caperuza.
Procesión de Los Encuentros de Villarrubia de los Ojos
El Viernes Santo comienza en Villarrubia de los Ojos con la procesión de Los Encuentros, que destaca por un silencio (no incluye bandas de música) que sólo rompen los aplausos de los vecinos. Da comienzo a las 6.30 horas tiene como hitos el encuentro de Jesús con su Madre en la calle Empedrada con Soledad; la Verónica enjuga el rostro de Jesús en la calle Concepción con Charcazo; y Jesús consuela a las mujeres de Jerusalén en la calle Paradores con Iglesia. La Semana Santa de Villarrubia de los Ojos está declarada Fiesta de Interés Turístico Regional.
Entre las peculiaridades de esta Semana Santa cabe destacar la belleza de sus pasos, su solemnidad y el colorido de las túnicas y mantos, que se pone de manifiesto sobre todo en los Encuentros, que tienen lugar de madrugada del Jueves Santo al amanecer del Viernes Santo, uno de los momentos que se viven con más moción en la localidad, y en los que confluyen pasos de varias hermandades, en momentos de gran plasticidad y sentimiento religioso.
Otro de los rasgos únicos de esta Semana Santa son las “soledades” o “amortajadas”, mujeres vestidas como antiguamente iba la Virgen de la Soledad, con un vestido blanco, manto negro y rostrillo, que procesionan el Viernes Santo descalzas, como penitencia, y que acompañan a la Virgen, agradeciendo alguna promesa o por ofrecimiento, desfilando con la cabeza y la mirada agachadas en absoluto silencio.